miércoles, 25 de mayo de 2011

Infancia.

Aún recuerdo el calor de sus manos, su mirada dulce, la sonrisa que se le dibujaba al vernos aparecer, los abrazos llenos de cariño que nos daba... La echo de menos...
Ya han pasado más de 6 años desde su muerte y en ningún momento la he olvidado... Mi abuela, a la que tanto quise y aún quiero, después de todo.
Ella no compraba nuestro cariño con dinero ni con regalos caros... Nos demostraba su amor día a día, nos ayudaba a seguir nuestro camino agarrados de su mano... Como hecho de menos aquella mano... Era cálida, te agarraba con firmeza para que cuando no pudieras más ella te ayudase a seguir el camino de la vida.
Día a día la echo más de menos, me encantaría poder abrazarla y que me arropase entre sus brazos, que me demostrase que no estoy sola, aunque jamás me he sentido del todo sola... Sé que por muchas personas que puedan fallarme ella siempre estará a mi lado.
Gracias abuela por no abandonarme jamás, gracias por ayudarme a seguir mi camino y sobre todo decirte que uno de los regalos que guardo como un tesoro fue tu joyero de cuando eras pequeña...
Te quiero.

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